jueves, 23 de junio de 2011

Primera vuelta

Fue hace trecientos sesenta y cinco días que decidimos compartir nuestras opiniones, pensamientos y sentimientos con todos ustedes. Decisión que tomamos  con algo de ese sustito que la incertidumbre imprime en los pasos de los aventureros y que les permite avanzar. 

Es por esto que, al cumplirse un año de esta loquera llamada Absurdades, quiero agradecer, primeramente, a Sharon por acompañarme, por sorprenderse las veces que la sobrepasé en cuanto a la disciplina (que fueron muy pocas debo admitir), por corregirme, por contagiarme de su fe y optimismo, por las ideas generadas en infinidad de conversaciones y, especialmente, por estar siempre dispuesta a escuchar. En fin, gracias por acortar 121 Km. Además, quiero agradecerles a ustedes que nos leen, anónimos o no, por su tiempo, dedicación, opiniones, comentarios e intentos de entender nuestras palabras. Gracias por alentarnos a seguir y hacernos crecer. 

Mi deseo, al soplar la velita de esta primera vuelta al sol, es que siempre estemos llenas de esa curiosidad que nos lleva a dar pasos hacia delante y que nos haga vivir muchas aventuras, y más si estas son absurdas.

a ti y a mi

¡Feliz Cumpleaños Absurdades! ¿Absurdades? Debería ser ¡Feliz Cumpleaños Absurdas! Si, así es, porque “Absurdades” somos nosotras: ella y yo.

Hoy un año después de aceptar empezar este proyecto, puedo decir que fue una buena decisión; bueno, al fin y al cabo todas las decisiones son buenas, hay unas no tan buenas pero a la final terminan siéndolo, suena complicado pero es sencillo; si no lo entienden, no importa; el hecho es que lo importante es decidir y tener la valentía de hacerlo.

Al leer y releer las entradas anteriores noto cómo y cuánto hemos cambiado, no sólo nuestra manera de escribir, también de pensar y de sentir, en un año somos definitivamente otras. Eso me encanta, que chévere es cambiar y entender que hay una vida mejor cuando decidimos verla con el mejor cristal, ese que está formado por un poquito de ojos, un poquito de corazón y poquito de cerebro, una mezcla en partes iguales, horneada con la intuición, con ese no sé qué, que nos dice: “vas bien muchacha”.

Tal vez hace un año hubiese podido imaginarme este día diferente, pero hoy, siento gratitud de que este día sea como es, de disfrutar de la gente que tengo cerca y de sentir lo que siento justo hoy. Hoy agradezco porque nuestra amistad se fortalece con el tiempo, porque adelante se ha vuelto nuestra palabra favorita, porque Absurdades seguirá cumpliendo muchos años, porque no dejaremos de cambiar y sobre todo porque hoy tengo la oportunidad de pedir un deseo compartido cuando sople la velita.

¡Feliz Cumpleaños a ti y a mi! Somos bárbaras, como diría mi profe favorito.

miércoles, 8 de junio de 2011

El mayor de ellos

Todos los días se aprende algo. Yo, además de creer en eso, creo que los días tienen un nombre – aparte de los clásicos lunes o sábado – aunque éste no siempre se revele. Hoy tuve la oportunidad de conocerlo, hoy se llama defectos o como Sharito suele decir, patrones de conducta para ser mejorados.

Lo que me pasó no me ocurría desde hace cinco años aproximadamente. No ocurrió exactamente igual, pero si fue en el ámbito laboral y el sentimiento que me generó fue idéntico. Esa mezcla de tristeza, frustración y vergüenza que hace pensarte, revisarte y evaluarte. Fue así como descubrí, lo que hoy considero, mi mayor defecto.

Con la mente un poco mas clara y segura de que la opinión de lo demás no iba a ser tan dura como la que acababa de descubrir de mi misma, hice un sondeo de mis defectos con mis amigas. Sorprendentemente, todas coincidieron, aunque lo llamaron por distintos nombres, pero aún así no llegaron a ese que lo resumia todo, el que generaba lo que ellas acababan de expresarme. 

Ese día, a diferencia del de hace unos años, descubrí que ese es el defecto que hace quedarme sentada y esperar, el que me paraliza, el que se juega con mi ego y lo hace crecer a base de mentiras. Es el que hace, en muchas ocaciones, que haga sentir mal a los demás. Es el que hace que no me esfuerce en lograr mis metas. Es esa superioridad la que me hace fallar.

Siempre escuche que lo que no nos gusta de otras personas son reflejos de nosotros mismos pero nunca lo quise creer. Sobre todo cuando lo que me molestaba era la falta de humildad. Pues hoy descubrí que el menos humilde no es el que hace ver los logros de sus esfuerzos, sino el que por creer que se los merece, se queda esperando por ellos.

vivir viviendo

“Redonda es la sala de espera” dice Roque Valero en su canción, mi tía Marianela siempre dice: “el tiempo de Dios es perfecto y alcanza para todo”, yo digo: “paciencia, todo llega”.
Planificar, organizar, ejecutar y controlar son todas actividades enmarcadas en el tiempo, en tanto que su éxito depende en gran parte de cumplir a cabalidad cada una de las asignaciones en un período determinado, si te retrasas en alguna, debes acelerar el paso en la otra, siempre y cuando seas una persona responsable que le guste hacer las cosas bien. Claro está, si demoras un poco más de lo estipulado, pero haces un excelente trabajo, es posible que la demora no incida directamente en tu desempeño final, ahora bien, si te retrasas y no lo haces bien, perdiste el tiempo.
Perder el tiempo en la vida para mi siempre ha sido un punto de preocupación, tanto así que he considerado perder tiempo por preocuparme, si así mismo, preocuparse por algo que no ha ocurrido y que tal vez nunca ocurra es perder el tiempo o mejor dicho, desperdiciarlo. Sin embargo, es peor perder el tiempo esperando sin hacer nada.
El tiempo es un recurso no renovable, pasa, se acaba y más nunca vuelve, debemos decidir cuál es la mejor manera de aprovecharlo, debemos estar conscientes de lo que queremos lograr y establecer un plan estratégico que nos permita llegar a nuestra meta. Establecer un plan de vida, no implica que no podamos cambiarlo, mejorarlo o quizás hasta abandonarlo, lo importante es saber a dónde queremos llegar y cómo esperamos o creemos que lo podemos hacer. Darle play al modo de vivir no es tan sencillo, lo importante es saber que no existe el botón de retroceso ni mucho menos el de adelantar y que el de pausa siempre es opcional, y algunas veces, la mejor alternativa; siempre y cuando el único propósito sea sentirnos satisfechos y orgullosos de nosotros mismos por vivir a nuestra manera, con nuestros anhelos, nuestros sueños y nuestras esperanzas.
Espera de la vida sólo lo que deseas, llegará justo en el momento perfecto, si no llega, no te afanes por encontrarlo, la vida te premiará con otras bendiciones, cuando algo te corresponda, el Universo se encargará de hacértelo llegar, tampoco te preocupes por como llegará, porque algunas veces, las cigüeñas existen.
No pierdas la vida esperando, vive cada día, cuando sientas que estás esperando demasiado, no te corresponde, cambia de camino, cambia de sueño, la vida vale la pena vivirla sin segundero, así como dice Shakira: lo mejor siempre espera adelante.