lunes, 25 de junio de 2012

Así empezamos el tercer año

¡Absurdades cumplió 2 años! Para celebrarlo, hemos decidido comenzar el tercer año con el Discurso de Graduación de la Universidad Simón Bolívar escrito por Kris Azavache en Noviembre del 2.004... Gracias Kris por buscarlo y compartirlo. 

¡Muy Buenas Tardes! Estimado rector profesor Pedro María Aso, Vicerrectores, Decanos, Profesores, autoridades, familiares y amigos. Sean todos muy bienvenidos a nuestro esperado acto de graduación.

Este es un día muy especial para nosotros, lleno de mucha dicha, es el alcance de una gran meta, ser profesionales universitarios. Llegar hasta aquí, no fue un camino para nada fácil, costó muchas horas y horas de esmero y dedicación en nuestros estudios, días de estrés y noches sin dormir, donde el 90% de las veces el tiempo era nuestro enemigo. Esta universidad ha sido muy exigente en su nivel académico y hemos podido superar con mucho orgullo y pasión cada dificultad. Somos jóvenes emprendedores, soñadores y optimistas, y estas cualidades, son justamente las que necesitamos para el futuro.

Recuerden por siempre, que ser una persona exitosa implica obtener la mayor suma de felicidad en cada una de las actividades que desarrollemos. Así que de hoy en adelante su éxito esta en sus manos y en la generación de esa felicidad. Hay un proverbio que dice “si te caes siete veces levántate ocho, porque caer esta permitido pero levantarse es obligatorio”. 

Para llegar al día de hoy pasamos por muchas etapas, unas felices y otras amargas. Podemos recordar los primeros años de universidad, éramos “los nuevos”, cuando realmente no teníamos ni idea, pero es que ni un poquito de lo que venía por delante. 

Recuerden cuando andábamos en grupos de amigos e íbamos con ellos a todos lados. La primera ley aprendida en esta casa, fue no pasar nunca por detrás de la estatua de Simón Bolívar si te querías graduar. Agarrábamos la bandeja del comedor durísimo, porque si se caía, los “viejos” como lo somos supuestamente nosotros ahora, nos recordarían nuestra condición, con un grito de “nuevo” que se escucharía hasta el Amper, las fiestas en la casa del estudiante que ya no son como antes (se acababan a las doce pero eran memorables), los concursos de creatividad de Cómo lazar un huevo desde una altura determinada y que no se rompa, prender una vela desde una distancia de 10 metros, entre otras propuestas, eran motivos de encuentro para ver el ingenio y los disparates de nuestros compañeros, el concierto de Guaco en pleno examen! donde las neuronas no pensaban pero si bailaban, las marchas amarillas por la autonomía de nuestra universidad y demás eventos, que siempre serán recordados. 

Más allá de los salones de clases muchos aprovecharon las distintas oportunidades de desarrollo deportivo, cultural y social que ofrece la universidad. Debemos estar concientes de que el aprovechamiento de estas siempre estuvieron en nuestra disposición y aconsejaría a todos aquellos que aun estudian en esta universidad que los aprovechen al máximo, porque es un privilegio poder ser participe de cada organización o agrupación. 

Nuestro compromiso con Venezuela tiene que ser resaltado. Muchas gracias a nuestro hermoso país por habernos brindado esta educación gratuita, es nuestro deber trabajar por ella y construir algo mucho mejor, que refleje nuestra verdadera capacidad. Trasmitamos esta visión de Excelencia que tanto representa la universidad a aquellos que no tuvieron esta oportunidad única, compartir es parte del crecimiento. La universidad Simón Bolívar se ha destacado por ser ejemplo en compromiso, atravesando dificultades como la tragedia de Vargas, donde nuestra sede del Litoral estuvo completamente afectada y hoy en día sigue su proceso de reconstrucción además de las dificultades económicas del día a día, muchas gracias por siempre estar comprometidos con los estudiantes y con esa visión. 

Todos los que en esta universidad trabajan son emprendedores, hemos tenido profesores que nos han dado un gran impulso y estímulo, aconsejándonos y orientándonos de una manera muy colaboradora, buscando siempre nuestro mayor desarrollo. Resaltamos que esa escala del 1 al 5 con que nos evaluaron algunas veces nos llenó y otras tantas no, siempre dependió del profesor, trimestre, semana, día, hora, segundo y ciclo lunar en que se evaluó. 

Entre ayer y hoy nos graduamos ingenieros y licenciados con un excelente potencial. Los conocimientos que aquí adquirimos seguirán multiplicándose a lo largo de nuestra carrera profesional y estaremos más consientes de que el campo laboral exige cada día más de un personal multidisciplinario, que sea proactivo en áreas que quizás aquí nunca estudiamos, pero que igual tenemos que aprender y ser bastantes creativos para sobresalir y llenar cualquier necesidad. Ese es el profesional que se demanda en esta época y en el futuro inmediato: aquel profesional que ve más allá de su carrera, que engloba y se une al crecimiento tecnológico de la mano del crecimiento humano: con la suma de todos los conocimientos y valores. Quizás debería existir una materia para todos, al final de la carrera, que solo se tratase de solventar un problema real, empleando diferentes visiones según cada carrera y eliminar un social del primer año, sería muy productivo y quedaría más en los estudiantes cuando salgan de la universidad. 

Estos años de estudio en esta casa, fueron punto de encuentro y unión. Además de compañeros ganamos amigos. Por medio de ellos se abrió una conexión a una bonita diversidad de personalidades, culturas y costumbres. Es invalorable este tesoro, en nuestros amigos conseguimos un soporte muy importante y juntos pasamos por una parte inolvidable de nuestra juventud. Esa solidaridad se construye en estas paredes, pasamos tantas horas juntos, en nuestras casas, en clases, en las fiestas, toda una hermandad. Desde hoy somos colegas pero desde ya hace mucho más tiempo, somos más que eso. Somos amigos. 

Lo más importante de este discurso es dar las gracias a todos aquellos que siempre velaron por nuestro bienestar, gracias a Dios y a nuestra familia por haber estado ahí siempre para nosotros. La mejor herencia que se puede dar sin duda alguna es el amor y la educación. Sin ustedes, sin su soporte, el alcanzar esta meta no hubiese sido lograda. Sus palabras de apoyo y ánimo se les agradecen. Este título esta dedicado a ustedes, los queremos y si hoy somos su orgullo mañana nos proponemos serlo aun más. Gracias familia y amigos de todo corazón. 

¡Muchas Gracias a todos!