lunes, 21 de marzo de 2011

para ella... mi otra parte!

¿Quién es la mayor? Soberana imprudencia que fue respondida casi instantáneamente con un “YOOOOO”, en mi conocidísimo tono de asombro, sarcasmo, molestia e ironía. ¿Acaso los 6 años de Pregrado, 3 de Postgrado, el montón de caídas, las muchas levantadas y los 12 (¡doce!) años de diferencia no significan nada al lado de su inocente sonrisa característica?, creo que para la imprudente, ciega e incoherente, ¡no!. Luego de aquel momento bochornoso, mucho más para mí que para ella, aunque no lo parezca, nos reímos como siempre y fue “el chiste”, “nuestro chiste” durante varias semanas, prometimos contarlo juntas a nuestros hijos, para que se rían de mi, de ella, o de las dos.
Una noche de éstas, una noche cualquiera, justo antes de dormir, empecé a pensar en los pocos días que faltaban para su cumpleaños; como es bien sabido, disfruto de los cumpleaños de la gente que quiero como si fuera el mío. En un año, puedo mantener la cuenta regresiva de varios cumpleaños; el de ella, por lo general, me genera más emoción que el resto, mi Chinchu es menos chiquita cada vez. Luego de contar los días, me acordé del chiste, lo que dibujó en mis labios una sonrisa e inundó mis ojos de lágrimas, en términos coloquiales, se me aguó el guarapo.
Con la nostalgia de compañía pensé: si, la mayor soy yo, literalmente siempre he sido y seré la mayor, pero prácticamente, no estoy segura que el siempre, sea siempre. Ella es muchísimo más centrada que yo (un rato largo), es capaz de decir las cosas sin anestesia y mientras me ve desplomándome, tiende su mano diciendo “no entiendo porqué eres tan gafa Sharon, aterriza” (sinceramente, lo que me provoca es aterrizarle un empujón cada vez que aparece el bendito “aterriza”, que no siempre escucho sino que lo revela su mirada, lo que es peor). Me enseñó que antes la tierra giraba más rápido, no recuerdo muy bien la razón, era algo del bing bang y las temperaturas, pero me explicó de lo más didáctico mientras veíamos la luna, siempre dice que debería ir a la NASA, pero no la imagino tan lejos de mi. Aprendí a escuchar música usando un pent drive en el dvd, casi me aprendo el manual y no lo logré hasta que ella llegó, igual me pasó con el ipod y las canciones en modo aleatorio. Me enseñó que las camisas de rayas horizontales te hacen ver más gordita mientras que las verticales te estilizan la figura, me dijo que con escotes no se deben usar muchos accesorios y que si usas zarcillos grandes no deberías usar collares, me explicó que el corrector de ojeras se debe colocar en todo el párpado. Aprendí de vampiros mientras se leyó todos los libros de Crepúsculo y gracias a ella me deleité con el lobo en la película. Me enseñó que es posible dormir tranquila en un cuarto súper desordenado y que si te gusta una película la puedes ver cuántas veces quieras y hasta terminas aprendiéndote los diálogos. No le gusta ver tele conmigo porque me duermo, le falta enseñarme a ver varios programas al mismo tiempo y a no aburrirme en el cine. En yoga, me dijo cómo hacer el saltamontes, poco a poco lo logró, ya lo hago sin ayuda. Me ha enseñado a tenerle paciencia cuando usa mis cosas sin pedir permiso. Sé de varios jueguitos de computadora en los que compra, vende y remata; ¡ah! cuando tomas agua, tarda 6 segundos en llegar a tu estómago, eso lo aprendió en Discovery en estos días y apenas me vio me lo contó. He aprendido a sentirme feliz compartiendo sus alegrías y me he sentido triste con sus tristezas; a su manera, me ha enseñado un lado de la vida que sin ella jamás hubiese sido igual.
Hoy, 17 años después de que Dios sin avisar ni pedir permiso decidiera mandarla a nuestras vidas, descubrí que una de las mejores maneras de hacer crecer el amor es compartir la mamá con otra persona.
Con un amor que no se agota y que se multiplica con los años hoy te deseo Feliz Cumpleaños Mi Chinchu!!!
P.D. Por cierto, yo si le he enseñado algo, ya no me escribe mensajitos preguntándome si es “Ay”, “ahí” o “hay”… Con el “haya”, “halla” o “allá” la cosa no ha sido igual, no he encontrado regla nemotécnica que valga.

1 comentario:

  1. Sharon, no es malo no aterrizar, lo importante es estar consciente de donde estamos y saber donde aterrizar.

    Por lo demás te felicito, muy conmovedor.

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