miércoles, 27 de abril de 2011

1.17'.40'' sin diferencias...

Edad, contextura, estatura, lunares en la cara, muchachas, deporte, palabras que en ambas vidas estaban escritas.
Amigas, no son, se conocieron porque una de ellas es muy buena amiga del ex novio de la otra, amistad que en principio generó “caóticas” crisis de celos; si, así entre comillas, no eran crisis cualquieras; tanto así, que por momentos, una consideró abrir y cerrar con el nombre de la otra su lista de enemigas. Menos mal la ruptura del noviazgo fue antes de hacerlo.
Habían compartido pocas veces, pero las suficientes para que se dieran cuenta que lo que parecía a simple vista, era sólo una delgada línea de lo que en realidad formaba el dibujo de ambas vidas; eran totalmente distintas, pero seguía el punto en común. Una, la más pragmática, sabía que algo debía aprender de la otra, por lo que casi en contra de su voluntad, decidió darle una oportunidad, así fue.
Ese día, aceptaron la propuesta de comenzar juntas la carrera, más que una propuesta, fue un acuerdo que podría romperse en cualquier momento. A una, no le importaba mucho la cuestión del tiempo, a la otra sí, hasta tenía un récord de cuánto debía hacer, por lo que la otra pensó que a los pocos kilómetros se separarían, cuestión que no generaba tensión alguna.
“Vente por aquí”, “mosca con el hueco”, “¿estás bien?”, “mira el paisaje”, “no te pares”, “toma agua”, “apriétalo”, “no nos van a ganar, vamos a moverlo”, “¿puedes darle más?”, “mosca con las piedras”, “falta poco”, “si te paras, pierdes”, “si quieres, dale”, “no”. “¿NO?”, había dicho que “NO”, es decir, que la iba a esperar, ella la había esperado antes y ya llevaban gran parte del camino, eran un equipo. El NO, hizo tanto eco, que recordó una vez que alguien le dijo que habían NO que eran positivos, ese era uno de ellos, un NO que le recordó, que la oportunidad no era más que una oportunidad para ella, para entender, que por muy distinta que sea otra persona, siempre tendremos algo que aprender, algo que compartir, siempre habrá algo en común.
Llegaron juntas a la meta, 3 minutos antes del récord, una estaba feliz por el tiempo, la otra porque había roto un récord personal, una barrera mental, lo que para ella significaba mucho más.

1 comentario:

  1. Hasta hoy no había tenido la grata oportunidad de leer estas lineas...si definitivamente distintas, con algunas cosas en común...pero distintas...aun así las diferencias son las que enriquecen las relaciones personales, las amistades y el mundo...estoy agradecida por esas líneas y por que se q esto será el comienzo de un equipo y una amistad..

    ResponderEliminar