miércoles, 27 de julio de 2011

In law

Yo soy la segunda de cuatro hermanas, aunque pude ser la tercera. Todas fuimos planificadas, menos las gemelas claro está, aunque no todos piensen lo mismo ¿Por qué nosotras si estamos seguras? Porque mis padres estaban buscando el ansiado varón. Sin embargo, éste nunca llegó. Por lo cual, inteligentemente, decidieron parar la producción cuando la cuarta de nosotras resulto se niña de nuevo.

No se si sea ésa la razón pero, a pesar de adorar a mis hermanas como lo hago, siempre quise tener un hermano. A pesar de eso, cada una de nosotras ha adoptado ese papel: está la que adora los deportes, sabe todo de la NBA, Grandes Ligas y todas las ligas nacionales; está la que practicó voleyball y tiro deportivo en vez de hacer ballet; la que está pendiente de que el tipo con el que sale la hermana no le vaya a hacer daño y a la que le gustan los carros, motos y la mecánica. Pero, aun así, todas somos féminas y el hermano siempre faltó. Hasta hace unos cuantos años.

Es que resulta que ahora que tengo tres. Si, en castellano se dice cuñado pero me gusta del inglés el término brother in law, porque mis hermanas eligieron tan bien que terminaron siendo mis hermanos. Cada uno, a su manera, esta pendiente de mi. Me ayudan, me aconsejan, me regañan y me joden. Igual que mis hermanas pero con la visión masculina que me hacia falta.

Es por esto que este escrito esta dedicado a ellos. Para hacerles saber, de alguna manera, que les agradezco lo feliz que hacen a mis hermanas y lo contenta que estoy de que sean mis hermanos.

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